Para entender en profundidad la trascendencia del servicio de asistencia técnica en la empresa del siglo XXI tenemos que enmarcarlo dentro del ciclo de vida de los productos y servicios. Dependiendo del producto o servicio que se ofrezca, el SAT en muchas ocasiones adquiere la misma relevancia que la venta del producto o servicio en sí, ya que aporta valor diferencial.
El SAT es algo más que gestionar simples reparaciones, es la imagen de la empresa ante el cliente. De ahí la importancia de este servicio en la gestión empresarial. El técnico tiene la labor de solventar los problemas y, preveerlos en la medida de lo posible. Es la persona encargada dar soluciones a los clientes, de transmitir la preocupación de la empresa por su cliente. El daño de un mal servicio técnico es la perdida de clientes (tangible) y la consiguiente pérdida de reputación del negocio (intangible).
Hay que tener en cuenta una serie de tips para poder armar un servicio técnico de calidad: